Estas ayudas pretenden reforzar la capacidad de las redes para operar transnacional e internacionalmente, adaptándose a los cambios y creando un efecto vertebrador e integrador. Están dirigidas a redes culturales existentes de amplia cobertura geográfica, con personalidad jurídica y una trayectoria mínima de 2 años.
Además de fomentar y promover la diversidad cultural y lingüística, el objetivo es impulsar a competitividad de estos sectores a través de acciones de formación, capacitación y cooperación transnacional. En concreto, han de ser:
Actividades que proporcionen a sus miembros aptitudes y experiencia específicas, entre otras la adaptación a las tecnologías digitales.
Actividades que permitan a los profesionales cooperar en el plano internacional y expandir su profesión y su influencia en Europa y fuera de ella.
Actividades que fortalezcan a las organizaciones culturales y creativas europeas y favorezcan la formación de redes internacionales que puedan crear nuevas oportunidades profesionales.